domingo, 3 de octubre de 2010

En mi mundo hay un lugar

En mi mundo solitario hay un lugar muy escondido
que no respeta límites, que no respeta normas:
La constitución de Lolalandia ha sido redactada
en versículos de sueños y alfabetos de ilusiones.
 
En mi mundo hay un lugar maravilloso
eximido de políticas, de lógicas e ismos:
Lolalandia es multitudes de luces y esperanzas,
sus cielos y ciudades se encarnaron en palabras.



 En mi mundo desterrado hay un lugar remoto
cuya periferia es de una dimensión inigualable;
Lolalandia se parece a la cruz de los tesoros
que dulcemente se escabulle de los mapas.
  
En las playas de este mundo hay un lugar con vida propia
que ha crecido poco a poco, alimentado de mis versos:
Lolalandia es un ejército de médanos preciosos,
una extensa fila india de sus labios y caricias.

Los mares de este mundo son oleadas latitudes
cuyas aguas siempre bañan a una tierra escurridiza:
Lolalandia es una flota de archipiélagos hermosos
que se forma de sus manos, que se forma de sus risas.

En el mundo ayer se supo de una luna envuelta en pena
que una noche se cayó del firmamento a nuestra Tierra:
Desde entonces la República soñada es mi querida Lolalandia
-Sus fronteras expansivas me abarcaron con pasitos de palabras-.









29 de julio

sábado, 2 de octubre de 2010

San Jordi



El cuarto 24 sin ti











El portarretratos vacío parece tener la foto de la muerte. En él hubieras estado para siempre tú. Ha comenzado el día y ya estoy sintiendo toda tu ausencia en él. Hoy me he despertado con un sarpullido de ti. Me dormí escribiendo un libro con la intención de evitarte. Sin embargo, cuando desperté, luego de algunas vueltas y algunos rayos de sol colado por la ventana, arremetiste en contra de mis planes con tu ímpetu característico. Hasta tus impertinencias eran así de violentas, tus desplantes… tu posesión caprichosa. Casi casi te envío algo para regalarte en tu cumpleaños, pero sí así lo hiciera estaría desperdiciando la oportunidad de pasar en limpio cosas que son tildadas de tristes pero en su magnificencia bellísimas: pues aún no he tipografiado todo el cuaderno de Macha entero.













La Incredible string band, desde hace unas semanas que hechiza las esquinas del quinto B. Quizás nunca lo sepas: ¿Estas ganas de llorar son un sinónimo de una pena que nada puede tapar? O quizás del estrés que me ha causado el multifacético recuerdo de tus expresiones, que se empecinan en corretear por los pasillos de un laberinto iridiscente, como si fueran miles y miles de Teseos intentando controlar al único minotauro que soy yo.









El silencio de la casa colabora con la escritura de esta medianoche, para que finalmente algunas de tus miles de caras desaparezcan. Secretamente la inmensidad de esta historia han cultivado dentro de mí el infinito sembrado de tus vicisitudes.









No quiero sentir envidia por aquéllos que están cerca tuyo: Hoy es una tarde “perfecta, perfecta” -como diría Bejamin Martin-, para escribir: de tantos silencios se escucha la pava queriendo hervir a una habitación de distancia. Un resplandor total inspira la melancolía necesaria como para curar un corazón roto. Una mujer hacendosa sacude por la tanguera ventana las migas de los manteles y de las sábanas sus pendejos, que se desprenden del grupo familiar igual que las hojas se caen de los bonsái cuando la inoportuna cochinilla los debilita.









Por todos esos detalles que aquí yo cuento, esta tarde es perfecta para escribir. Pero esta tarde aún es más especial que las otras para escribir, pues tiene un secreto más: No estás tu.













Primero de mayo









Servían para que considera su herida. Era como una pitufina. La tercera vez que la vi fue maravilloso: me daba la impresión de estar contemplando algo terriblemente bello, pero a su vez la magnitud de su hermosura era la misma que la magnitud del peligro que corría mi corazón si la seguía queriendo. Era un espectáculo caótico. Ver la que caminaba y hasta respirando era como estar en prcencia de la resplandeciente crisis que sufre una inflada gigante roja cuando colapsa en supernova.




















El itinerario de tus recuerdos




2 de octubre

Hoy se escucha una flauta barroca de Telemann. Pero es el arpa la que sostiene a todo el opus sobre sus extraños arpegios, para que no se cuele un segundo de silencio en toda la sinfonía. El paso de los días le va sumando sueños al itinerario de los recuerdos de ti. Ellos compensan un poco las amarguras del que no estés. Develan los sentimientos de amor que has tenido, y que yo no he sabido interpretar. Tras tus orgullos, desplantes y nececedades, siempre hubo un gran cariño que te ató a mí. El sueño de hoy era confuso: nos vestíamos como indúes y nos buscábamos por una capital ya oscura en la madrugada. Como no sabías la letra de mi piso dejabas invitaciones en todos los buzones del edificio.

La verdad es que aún te extraño. Llegó mi hora para extrañar. Y no exagero: te agradezco tanto el paso por esta vida mía. Puesto que he vivido las sensaciones de desamor más intensas. Pero aún deseo con continua vehemencia que algún día nos veamos de nuevo. Podría enviarte e-mails, ¡pero desvirtúan tanto al cariño! Son poco valientes. No reflejan la magnitud de mi amor.


sábado, 25 de septiembre de 2010

Seguir enamorado



¿Cuántas hojas van ya? Completadas reglón tras renglón con enrulados encefalogramas cursivos, a lo largo de tantos meses, embelleciendo así la amargura del no tenerte. Desde enero hasta septiembre hubo días en que sentí que estas letritas le fueran haciendo un pellizco tras otro un bonito repulgue a este dolor inmensamente profundo. Pero, ¿para qué preguntar?, si no hay pregunta que origine tu regreso. Si alguna vez volvieras para despertarme por las mañanas, preferiré no saber si otros hombres –con su armamento de consolaciones y elogios- vencieron la barricada de tus dolidos principios, y te brindaron el alivio del sexo. Pues a pesar de que no he visto tu piel en 8 meses, confirmar que en ese tiempo te probaron mientras yo te esperaba seguiría significando un golpe tan tremendo como el primer día en que te amé.

Comencé esos días pensando porqué no me escribiste. Poco a poco la indignación se iba convirtiendo en un sentimiento de impotencia que clamaba por la justicia de un llamado. Aunque en él no hubiera nada. Y así el porqué no me has llamado cambió sus letras hasta que se convirtió en porqué me has hecho esto. El porqué me has hecho esto transforma un poco más su naturaleza tácita y ahora te acusa en un porqué me abandonaste. El hilo de mi trauma avanza hasta una foto de anteayer en la que un puño arremetió a mi alma causando el sonido de una cachetada iracunda. Pues unas letras bajo los nudillos dieron a entender que ella se ha convencido de que no hay amor en su corazón de infante. Pensar que me has amado es todavía más doloroso. Pues aunque te he amado nunca me animé a escribirte. En el secreto guardado por mucho tiempo se desperdician los amores que son más nobles.

Ya no importa que tardes un mes en contestar mis testarudas epístolas, aunque los me duelan desde dentro cuando demoras. No voy a corregirte más cielo. Pues antes que nada te quiero a ti. [Vuelve]. Me equivoqué tanto. [Vuelve]. Entendí que no hay definiciones cabales para este vínculo. Ni nadie habrá como tú. Es muy pronto para prometerte nada. Y no puedo darte más de lo que te di hasta ahora. Ello quizás fue la causa por la que no te busqué: quería volver pero siendo uno mejor. Aunque estés lejos, hace mucho que te siento encerrada aquí. Y no sé por qué tengo la seguridad de que no amaste a otro. ¡¿Qué importan los principios éticos o metafísicos?! Si yo te quería a ti. Los pensamientos positivos nada más son un comienzo en el camino del alma que busca paz. Podría llenar esta hoja con miles de teextraño. Y si acaso eres como yo dudarás de que estén escritos para ti. Aún si una coma y un Lolita los acompañen. Quiero tu inmediatez en mí. Comprendí tus puntos suspensivos demasiado tarde, cuando ya no me quedaba una posibilidad de que quisieras que te quiera.

No entiendo cómo fue que sucedió, tampoco si hubo terceros responsables. Pero lo cierto es que hubo días en que me desperté sin extrañarte. A veces la paz se estira hasta un momento del mediodía. Eso sucede si generalmente te escribo extenso. Pero a la larga o a la corta he de regresar al papel para que el dolor se amolde mejor a mi vida. Quizás me haya ayudado la foto que vi anteayer. Tampoco hay forma de que lo sepa. Pero lo que sí sé es que al interpretar que mis cartas te decepcionaron, pues no le veo sentido a seguir sosteniendo esta ilusión de ti. El amor es eso: una ilusión. Como bien vos decías. Sin embargo hoy soy de admitir que no es una ilusión cualquiera. Sino que entre todas las ilusiones que un hombre o una mujer puedan permitirse tener en esta vida, el amor es la mejor.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Año


Cuando sean las 9 habrá pasado un año del día en que te conocí.


Poco a pooco las nubes de nieve han ido formándose cada vez más esparcidamente. Con días de calor se fue completando los vacíos del clima invernal, conforme marzo se consolidaba en los cielos. Los almendros anticiparon su florecer al 21. Y crecieron nuevos cardúmenes de truchas, poblando todas las orillas del Tormes. Los ciudadanos se quedaban más en casa, a fin de resguardecerse de las insolaciones desparramadas por cada esquina. Algunos no soportaron el claustro mucho. Y pescaron un afiebrado resfrío de sol cuando visitaron Aldeatejada. De la misma manera que la continuidad del grisáceo frío se fue transformando en un calor monárquico, pues así progresivamente se fue deshaciendo de los traumáticos espinos que crecieron alrededor de los crisantelmos. De la hierba mala que asfixió todas las madreselvas de su jardín. Un centenar de abrojos humillaban la hermosura de los afamados jazmines.


Igual que las estaciones cambian pausada aunque imparablemente los ceremoniosos cielos de la Tierra, así fue quitando las amargas rudas de su jardín, para que los pimpollos de ipomea despidan su aroma a nepente de nuevo. Poéticamente arrancó los ramales marchitos que antes habían dado rosas, sufriendo las espinas que compitieron entre ellas para clavarse en sus poros.

Al ritmo y al tiempo que las estaciones cambiaron, el terreno ha quedado listo para los nuevos ikebanas, y aguarda a que el viento traiga las perennes semillas de otros rosales.

miércoles, 28 de julio de 2010

Unas líneas para ti


Icé la bandera de la hombría
"la energía de un tiempo sin ti"
falsas corazonadas esposaron
mi mano al lápiz con un grillete
liviano.


Cambió la esperanza arrebatada
su nombre a decepción cuando
el torrente de las aguas dolorosas
fluyó sobre otro cause en dirección
al silencio.

El grial se escondía en otro puerto
Tintas tangueras, auxilio al desterrado
Corazón destrozado, sabiduría magna
Tintas deleznables, ya no atormentan
más.

Pasaron los meses que siguieron
como un acantilado soportando
las olas de su propia mar hermosa
El resultado de los días son falsos
“Me di cuenta”

Tiempo hace del llanto
nepente acomodaticio
para las cargas del alma
El Roc hoy se compone
pluma a pluma.


jueves, 3 de junio de 2010

Requiem (Día uno)

31 de diciembre de 2009
Katsumoto: regado






Antes de las hojas de ella, apartó unos minutos para endilgar adjetivos en alguna cosita casera que se movía hoy: por ejemplo el gato que le había comprado para Sicilia, redondo como los muñecos que arman los chicos al otro día de las nevadas.




Los Mickey y Pluto -cuatro meses atrás- colaboraban con su testimonial granito de arena para que fuera posible este meloso cuento de amor. Es la tercera vez que un sábado se oscurece sin que su voz le llegue, susurrante como caramelo fundido sobre la resbaladiza cáscara roja beteándose entre los amarillos bengala de una manzana Deliciosas. Y así, por tercer sábado, él compensó esta llagada distancia escribiendo una epístola a grafito de oscuridad 2B.



Dieciocho de marzo
Mediodía



Ella no respondía: ese silencio sembró una gran desazón en su alma ya hace un tiempo degollada. El silencio le hacía dudar si acaso lo que estaba haciendo serviría a la causa del regreso anhelado, tal como el servicio del samurai contribuía a la causa del emperador. Buscó en su corazón la verdadera razón de ese fracaso: allí se encontró familiares cercanos y también casi políticos, los cuales se le instalaron en el alma sustancial, como si se tratara de fantasmas en un pueblo del viejo oeste. Los espectros se sentaron a ordenar papeletas en las luminosos ayuntamientos que había encajonado en la subconciencia, y desde una posición de poder transgiversaron la papelerina corriente de la burocracia que había en los archiveros de su memoria. Y así le infectaron el aura con un color que hasta desagradó a sus padre. Ellos actuaron en la consecuencia del ánimo que les produjo. Y luego de entender esto, al final De aceptó que su perezosa manera de pensar fue responsable de aquellos livianos insestos.

Una envidia caliente se enlazó a los poemas de calvario.








22 de marzo

En un futuro casi ella tuvo entre las manos los las hojas manchadas. Pero se sintió afortunada: en los renglones se evidenciaba a un hombre cansado, intranquilo y desesperado: pasaron los meses pero por aquellos lares no se supo el paradero de su corazón, ni siquiera el tuvo el valor de enviar noticias a través del erótico emisario de su puño y letra.

Hubo una mañana en que De derramó sus lágrimas sobre un cuento de Papini. Aquel sollozo comprimido se estiró hasta la misma tarde, cuando desganadamente le tomó fotos a una primavera que desde unos días atrás ya florecía sobre todo lo salmantino, intentando que la acción le haga postergar el lacivo recuerdo de sus cabellos serpentinados.

Seis día atrás, el alegre fontanero hizo sonar al Siemens, pero después de cuatro holas seguidos, el silencio cortó. La emoción no se pudo esconder atrás de la austeridad fingida: en cada sílaba se le escapó una vibración temblorosa puesto que presentían su aliento respirando allende una castilla que recientemente desperezaba de la siesta.




Eterna sombra








En los techos de casa todos los ángulos tienen tu sombra, y todas ellas se desparraman sobre una viga escayolada al estilo romano.

Quizás ahora llegue a tener el corazón lo suficientemente endurecido como para convertirme en uno como aquellos dos. Te he llorado mucho, pero el cuantioso brillo que reverberaron mis lágrimas, las ventanas que se espejaron minúsculamente en ellas, el gelequitoso rastreo que dejó el llanto por mis mejillas, nada de eso te trajo de vuelta a mí. Si el desamor sea un aprendizaje dividido en etapas, pues esta vez llegué a una en donde desahogarme es lo que más necesito. Y será la primera vez que mi amor me inspira nobleza antes que despecho: pero si ya quieres a otro el consuelo que sentiría al saber que alguien
está cuidándote, superará al gigante dolor que me ha causado tu partida.

Si bien soy de extrañarte siempre, suelo extrañarte más cuando me indigno por algo. Como si ya no tuviera esa contención que me causaba tu absorvencia. Y si bien siempre te escribo a ti, te echo de menos más cuando estoy terminando las frases, pues aunque jamás me felicitabas había veces que te las leía. Hoy me doy cuenta que si bien siempre estuvimos le
jos, 200 kilómetros no son nada…

La verdadera distancia no se acaba de recorrer en un siglo. Pues nunca existieron caminos entre dos que no se amaron. Mientras me quieras siempre estaremos juntos… pues siempre seguiré estando.





2 de abril
(Atardecer)

martes, 1 de junio de 2010

Fundamentos




Muchas veces el fracaso
es una simple señal
de que estamos abusando
de los bienes entregados,
sin antes haber cumplido
la contraparte del trato.

La vida nos da y nos quita,
pero se lleva más que lo dado
si nos quedamos sentados
esperando una tormenta
donde nos lluevan milagros.

Pues aunque el milagro existe
al nacer queda firmado
que los dones obsequiados
se deberán trabajar
como el acero templado
que luego sesga el trigal:

Genio, intelecto y bondad;
son el capital que adquiere:
pan, salud, paz y trabajo
-Si bien ejercido está-.

“Dios”: Bien se llamó

-A este mercado-.






1 de junio