miércoles, 31 de marzo de 2010
Adiós
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En la orilla del Tormes abandoné a una perla
Ya nunca más seré una almeja.
Pues aún muriendo nutrí de mi substancia
A un grano de arena extrañamente bello
Igual que el microscópico Yang
Flotando en la substancia benévola
Del Ying
La historia de mi perla es tan extraña
Como misteriosa puede ser
La historia en un libro quemado
Sacrifiqué un pedazo de mi alma
Para que se quede con la perla.
Pues dios me la había entregado
Deslucida, patitiesa…
Cuando la vi porvez primera
Estaba tan vacía
Que la impregné de mi substancia.
Y así fue yo por algún tiempo…
Y yo ella.
Hoy me desprendí
De su hermosura amarillezca.
Un útil sacrificio de mi alma
Se quedó en el Tormes junto a ella:
La protegerá por algún tiempo
Del frío, el extravío…
O que la corriente no la arrastre
Cuando bajen las esporádicas riadas.
Nació perla, se hizo arena
Mi perla creció en tierra sin mares
La ultrajaron tres almejas
8 de marzo de 2010
(piedra)
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