¿Cómo se debiera comenzar a armar
El primer verso de un cálido soneto?
Iniciaría con tu nombre este cuarteto
Para que puedan mis rimadas avanzar.
El amarillo tempestuoso en el trigal
O el sentirme cobijado por tus retos:
Aquí nada consiguió acercar enero
Ni tampoco azul marino en el rosal.
Del amanecer hasta el crepúsculo segundo
Amanezco con un quinto ventrículo en mi pecho
Formado por los icebergs cambiantes de tus mundos
Rizos serpenteados, labios, dientes y tus muslos
Así recorres mi alma como un viento lastimero
El cual se aprende a amar… Y forma un mundo.
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